domingo, 3 de mayo de 2020

¡Sombra de Sangre saldrá el 12 de mayo con Editorial Adarve!

¡Así es!
Después de mucho tiempo de espera ya podemos decir una fecha concreta, que es nada más y nada menos que... ¡dentro de nueve días!
Aunque la espera se me está haciendo interminable, estoy a tope con el marketing (todo lo que los estudios me permiten) y haciendo booktrailers y respondiendo dudas en mis redes sociales.
Os dejo el TEASER TRAILER de Sombra de Sangre.
Al ser un teaser, no contiene mucha información, pero espero que os deje los dientes largos, aunque sea un poquito.
¡Nos vemos!




martes, 3 de marzo de 2020

ESTHERA - relato dedicado a José Luis López Bravo, autor de Las Brujas


Temblaba. Pero no de frío. Ante ella se erguía imponente una figura colosal. Tan alto como el árbol más grande que hubiera visto en vida. Enorme como una montaña. Y oscuro como la noche más negra que sus jóvenes ojos habían admirado.
Ese ser, de pálido semblante y serio e imperturbable era el Maligno. Esthera sabía lo que se iba a encontrar al bajar a los infiernos. Lo que no sabía era que le daría tanto miedo.
̶ ¿Quién eres tú, sucia criatura?
Esthera se arrebujó en el velo de Magalea, aquel precioso regalo que, le prometieron, la protegería en aquella expedición de la que nunca nadie había regresado.
Tomó aire, después de que el vozarrón de aquel ser inundara toda aquella sala lúgubre y silenciosa.
̶ Vengo a pediros el dominio de la magia negra, mi señor…
El Maligno estalló en carcajadas estridentes como truenos.
̶ ¿Tú? Nadie puede controlar la magia negra, ¡salvo yo! Todos los humanos que han intentado engañarme para conseguir tal poder se han consumido con él… ¿Por qué debería dártelo?
Esthera inspiró hondo y sacó pecho, orgullosa de su identidad.
̶ Todos los humanos se consumían con el uso de la magia negra porque la posesión de tal poder los corrompía y lo usaban con fines distintos a los prometidos ̶ recitó sus enseñanzas claramente, tal y como le habían recomendado que hiciera ante tal imperturbable ser oscuro, pues casi nadie conseguía que le otorgara dicho poder ̶ . Y además, yo no soy ninguna humana. Soy una bruja. Me llamo Esthera y necesito ese poder.
El ser se enfadó ante su valentía.
̶ ¿Lo necesitas? ¡¿O lo quieres?!
̶ Ambas, si lo deseáis. Se está librando una guerra en el mundo exterior. El orden ha sido alterado y debo restaurarlo. Mis hermanas planean impedirlo. Necesito vuestro poder para contraatacar. Sin él, ellas acabarán conmigo y puede que con vos también…, si descubren cómo hacerlo.
El ser volvió a reír con más fuerza. Esthera se cubrió las orejas.
̶ Nadie puede acabar conmigo, estúpida bruja…
̶ Os aseguro que sí, mi señor. Mis hermanas fueron corrompidas con magia negra y destruyen todos los obstáculos que impiden su triunfo sobre todas las personas. Y vos dejaréis de ser un problema para ellas muy pronto si acaban conmigo. Dejadme vuestro poder, las derrotaré y os lo devolveré. Nadie osará invadir vuestro territorio de nuevo. Pero esta guerra tiene que terminar ya.
El ser observó detenidamente a la mujer. Esthera se mantuvo firme. Ella podía haber contribuido mediante argumentos a la opción más ventajosa, pero la decisión final dependía únicamente de aquel ser que ahora se retrepaba en su trono, indeciso e incómodo.
̶ La magia negra tiene un precio ̶ dijo, finalmente, y Esthera respiró hondo, claramente victoriosa ̶ , un precio que no puedes eludir o te perseguiré y te mataré.
̶ Lo sé ̶ respondió la mujer, fingiendo un doloroso pesar, respetando las explicaciones de su maestra ̶ , deseas un alma, el alma de alguien a quien ame. Para compensar tu pérdida de una parte del poder, debo asumir una pérdida.
̶ Así es, ¿y bien? ¿A quién me vas a entregar?
La mujer tragó saliva. Todo sobreactuado. Antes de bajar ahí, su madre, mortalmente enferma, había ofrecido su alma a cambio de que su hija Esthera pudiera ganar esa batalla.
̶ Te entrego a mi madre, mi señor. La mujer que me trajo al mundo, soberana del castillo negro y madre de las hijas nacidas de la luna eterna. Es un buen precio.
El ser sonrió, pero no era una sonrisa de satisfacción, sino de diversión.
̶ Yo no quiero a tu madre, bruja. Quiero a tu hijo. El alma de quien más amas. Tu hijo o nada.
Esthera dio un respingo, claramente incómoda. Eso había salido de sus planes. ¿Su hijo? ¿El pequeño e indefenso niño que la esperaba en el castillo envuelto en mantas?
̶ No voy a darte a mi hijo. Te voy a dar a mi madre.
El Maligno siguió sonriendo. Todo aquel juego le divertía. Porque para él, ver sufrir a quien le imploraba ayuda, suponía una grata diversión.
̶ No amas a tu madre. Y mi lacayo lo sabe ̶ de detrás de su trono salió una bestia escuálida y negra que se movía dando tumbos. Esthera la había visto alguna vez, era la Muerte. Tragó saliva al pensar en la simple posibilidad de que ese monstruo pusiera una zarpa encima de su bebé ̶ . Vamos, Esthera. No ganarás esta guerra si no pones de tu parte.
La bruja pensó en la posibilidad de perder la batalla. El sol no saldría ya más veces, pues la oscuridad reinaría. El orden ya no existiría, el caos reinaría. Su hijito… Su hijo no sería feliz.
<<Volveré a por ti, hijo mío>>, pensó la bruja firmemente, <<lo juro, mi guerra no terminará hasta que te tenga de nuevo en mis brazos>>.
̶ ¿Y bien? ̶ repitió el Maligno.
̶ ¡Está bien! Llévate a mi hijo. Llévate todo lo que me queda…
Esthera apretó los dientes. Las lágrimas, aunque intentaba retenerlas, florecían de sus ojos y se deslizaban por sus mejillas. El ser se mostró satisfecho, porque señaló un punto concreto a su bestia, y ésta, olfateando su camino, empezó a correr y desapareció de aquel lugar.
̶ Concedido. Tu hijo me va a hacer muy feliz, Esthera. Hasta pronto…
Y desapareció también. Una ráfaga de viento se levantó convirtiendo su alrededor en una nube de cenizas. Esthera se protegió con el preciado velo. Todo terminó y ella apareció de nuevo en el castillo. Su estancia, fría y solitaria ahora que no oía los llantos de su hijito…
De pronto, una energía recorrió todo su ser, ofreciéndole calor y protección. Todos sus recuerdos desaparecieron. La imagen de su hijito se evaporó, todos sus logros y enseñanzas. Ahora la imagen de sus hermanas reinaba en su mente. Sentía una rabia potente y cruel contra ellas, pero más hacia todo lo que querían provocar.
Se levantó y se preparó. Estaba a punto de empezar una guerra.
Y, sin embargo, una voz lejana susurró en un rincón de su mente:
<<Volveré a por ti, hijo mío. Mi guerra no terminará hasta que te tenga de nuevo en mis brazos>>.


FIN

NOTA: éste es un relato basado en la sinopsis del libro "Las brujas", de José Luis López Bravo, un autor tan admirable como amable. Podéis buscar su libro aquí.

domingo, 1 de marzo de 2020

RELATO: [GRABANDO...]




Tras el suceso, me fui. No quise volver a tener relación con nada de lo que ocurrió. Y aun así, veinte años después, sigo sin poder explicar qué ocurrió.
 Aunque una cosa sí tengo clara.
 Esa casa mató a mi hermana. 
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[REGISTRANDO]

JOE: ¡Hola a todos una vez más en nuestro programa Casas embrujadas de auténtico horror! En el programa de hoy tenemos a una invitada muy especial. Se llama Elsa y es la superviviente de un suceso paranormal que ocurrió hace veinte años aquí, en esta misteriosa casa de Minnesota. Buenos días, Elsa, ¿te sientes preparada? Saluda a la cámara.
ELSA: Ha sido difícil volver aquí, pero sí, quiero descubrir de una vez por todas qué ocurrió aquí. Y contactar con mi hermana pequeña.
JOE: Claro, porque tenemos entendido que tu hermana no salió de esta casa, ¿no? ¿Recuerdas la última vez que la viste? No te preocupes, tómate tu tiempo para pensar.
ELSA: Lo recuerdo muy bien. Cogí una mochila con lo necesario y la llevé conmigo a la puerta para huir de esa casa. Había llamado a la policía hacía poco, pero de algo estaba segura; no quería pasar ni un segundo más en esa casa. Entonces ella, reaccionó de forma muy violenta, no quería dejar la casa... y corrió al desván. Corrió al desván con él.
JOE: ¿Con él? ¿Con quién, Elsa?
ELSA: No..., es horrible..., no quiero recordarlo.
JOE: Está bien, pues, hechas ya las presentaciones, ¡vamos a entrar en la casa! Para quien no lo sepa o no haya visto las noticias, la policía cerró la casa mientras llevaron a cabo investigaciones en busca del resto de la familia Jackford, pero, como bien imaginarán, no había nadie... Buscaron en todas las habitaciones, incluso en el desván, pero no encontraron nada. Así pues, la policía archivó el caso y la casa se quedó vacía, por lo que no nos ha costado mucho entrar a investigar por nuestra cuenta. Nosotros, a diferencia de la policía, vamos a ir directamente al desván, donde Elsa vio a su hermana por última vez, y nuestra medium Sarah intentará contactar con ella. Estaremos atentos a cualquier ruido. Y ahora, todos listos, que vamos a entrar. Stan, ¿estás grabando esto?
STAN: Sí, Joe... Está todo por los suelos y no hemos traspasado siquiera el recibidor. Los cuadros tirados por los suelos, las fotos, ¡oh, mira las fotos! Están quemadas... Tened cuidado al pisar, está lleno de cristales rotos y, esto parece ceniza... 
JOE: En efecto. Bien, Elsa, guíanos al desván. Elsa..., ¿Elsa? Ven, tranquila, Elsa, estamos aquí contigo, no estás sola, no tengas miedo.

ELSA: Yo... no tengo miedo de esto. Tengo miedo de lo que podamos encontrar en el desván si él contesta nuestra llamada. No tenéis ni idea de lo que es esa cosa. 
JOE: Somos cuatro personas unidas. Si ocurre algo, nos iremos. Pero ten por seguro que no te pasará nada. No lo permitiremos. 
ELSA: Bien... El desván está por allí. Seguidme.
SARAH: Elsa, cuéntanos, ¿cuándo empezasteis a notar que en esta casa ocurría algo extraño? ¿Fue progresivo?
ELSA: Creo... que todo empezó cuando cada noche antes de dormir oía pisadas en el desván. Creí que podían ser ratas o bichos. Pero cada noche las pisadas eran más fuertes, más lentas y se movían en círculos encima de donde dormíamos. Y entonces, una noche, las pisadas se detuvieron. Fue esa misma noche que empecé a oír pisadas, pero esta vez debajo de mi cama. Había algo que se movía ahí, muy despacio. Y así, como si nada, empecé a verlo por todas partes. A esa cosa, alargada, negra, mirándome con la cabeza ladeada y esa sonrisa de loco. Mis padres dijeron que eran imaginaciones mías. Pero dejaron de tomárselo a broma cuando mi hermana vino corriendo un día para decirles que había conocido a su nuevo amigo "El Hombre Alto". Cuando le pregunté cómo era y su descripción coincidió con la mía, supliqué a mis padres que nos fuéramos de allí corriendo. Pero no me escucharon. 
JOE: ¿Y qué pasó después?
ELSA: Una noche empecé a oír muchas pisadas en el desván. Y risas. Mis padres reían y tocaban el suelo para que lo oyera, y decían "Venid a jugar". Mi hermana quería ir con ellos, pero yo se lo prohibí. Así que me armé de valor, subí al desván y... no quiero recordarlo, de verdad, es muy duro... Entonces corrí abajo, cogí el teléfono, llamé a emergencias y me preparé una mochila para huir de mi casa. Pero antes de que pudiéramos salir de casa oímos una voz llamándonos para ir a jugar. Era una voz muy grave, muy grave. Nunca había oído nada igual. Se me puso la piel de gallina. Pero mi hermana empezó a gritar que quería ir con él y con nuestros padres, y se zafó de mí. Corrió al desván y jamás la volví a ver. Eso pasó. 
JOE: Bien, ya estamos subiendo al desván. Ohh... hay muchos esqueletos de rata... ¡Y huele fatal! Bien, voy a poner esta manta para sentarnos encima y no ensuciarnos con lo que sea esto... Bien, ¿estamos todos? Sarah, tu turno.
SARAH: Cogeos todos las manos y no os soltéis... Así, muy bien... Respirad hondo... Voy a empezar a hablar. Estad en silencio... ¿Hola? Me llamo Sarah, estoy aquí para hablar con quien quiera ponerse en contacto conmigo. ¿Hay alguien aquí que quiera hablar con nosotros? Buscamos a la hermana pequeña de Elsa, aquí presente, ¿alguien puede ponerla en contacto con nosotros?... Seguid en silencio, concentraos, respirad hondo... ¡Qué ha sido eso! ¡Ha sonado de abajo! ¿Hola? Queremos hablar con la hermana pequeña de Elsa, ¿estás aquí? 
JOE: ¡Sarah! He oído algo detrás de mí. Parecía una voz muy tenue...
SARAH: ¿Qué has oído?
JOE: Me... me dice que está abajo esperando... Y que vayamos a buscarla...
ELSA: ¿Cómo era la voz? ¿Has oído algo más?
SARAH: No podemos romper el círculo, Joe... 
JOE: Sarah, venga... 
ELSA: ¿Era la voz de una niña pequeña? ¿La has oído bien?
SARAH: Joe, si te vas ahora no estarás protegido por el círculo... ¿Elsa? ¡Elsa! ¿¡Elsa, dónde vas tú sola!?
JOE: ¡Elsa, no vayas tú sola!... ¡Joder! ¿Qué ha sido eso?
SARAH: ¿El qué?
JOE: Algo me acaba de empujar... Joder... ¡Elsa! Stan, coge la cámara y rebobina. Necesito ver qué ha sido eso. Sarah, ve con Elsa y no la dejes sola... ¡Joder, Sarah, ve ahora, por favor!... Bien, Stan, rebobina. Aquí, justo en este minuto... ¿Ves? Mi cuerpo ha dado un movimiento muy brusco, pero no lo he provocado yo, algo me ha empujado... Vuelve a rebobinar... ¿Stan? ¡Stan, no corras! ¿¡Stan, no te vayas!? ¿Qué has visto, joder? Joder, se rebobinaba así... Creo que sí... Joder... joder... joder... ¡Qué coño es eso que hay detrás de mí! ¡Joder, Stan, no me dejes aquí! Chicos, esperadme. Joder, tengo que seguir grabando. Stan, ¿dónde estás? Ah, aquí estás. ¿Y Elsa y Sarah?
STAN: Están ahí dentro. Elsa está muy rara, Joe. Me está empezando a dar miedo.
JOE: ¿Qué ocurre? Abre la puerta, así la cámara no está grabando. Joder... ¿qué hace Elsa hablando sola? ¿Qué está diciendo? ¿Por qué susurra? Elsa, ¿qué está pasando? ¿No será una broma, no? Sarah, ¿por qué estás tan quieta? ¿Se puede saber qué hay en esa esquina que no paras de mirarlo?
SARAH: Shhh. Chicos... Por favor, no os mováis más. Cuando habéis entrado esa cosa se ha puesto a la defensiva. Pero creo que si seguís hablando se moverá más.
JOE: Sarah, ¿de qué estás hablando? ¡Me estás asustando y no tiene gracia!
STAN: Sarah, ¿podrías describir a esa cosa? Creo que es la misma que ha empujado a Joe en el desván.
SARAH: Parece una sombra, pero más alargada. Tiene una cabeza muy pequeña. Extremidades muy largas. Y me está sonriendo... No me gusta cómo se ríe... Me está dando mucho miedo... 
ELSA: Sarah ya ha entrado en el juego, por eso puede verlo.
SARAH: ¿Qué? ¡Joder, Elsa, me estás asustando! ¿De qué estás hablando?
ELSA: Sarah, tendrás que esconderte. E impedir que te encuentre.
JOE: Elsa, ¿qué te ocurre? ¿Por qué dices esas cosas? 
ELSA: He encontrado a mi hermana... Ella me protegerá de Él. Vosotros tenéis que ir a esconderos... Está empezando a contar... Diez, nueve...
SARAH: Joder, ¿por qué se ríe tanto? ¡No, no te acerques!
JOE: ¿Por qué no lo veo? Stan, ¿lo ves? Yo tampoco. Y la cámara tampoco lo graba... Sarah, vámonos de aquí. ¡Rápido!
ELSA: Siete, seis...
SARAH: Vámonos de aquí, ¡joder! Quiero salir de esta casa. No pienso entrar en este maldito juego. ¡Joder! ¿Por qué no se abre la maldita puerta? Tenemos que salir de aquí... 
STAN: ¡Sarah, déjalo! Corramos a escondernos.
SARAH: ¿De qué estás hablando? ¡Esto es serio, tú no has visto a esa cosa! ¡Esa cosa existe, Stan, no es una mentira de Elsa, existe de verdad, joder! El que tú no lo veas no implica que no exista...
JOE: Venga, vamos, corramos a escondernos, ¡rápido! Sarah, no llores, vamos, rápido. Stan, coge el teléfono y llama al 911. Vamos, entremos en esta habitación. En el armario, ¡rápido! Y ahora silencio. Stan, llama, ¡vamos! Sarah, no hagas ruido.
STAN: Joe, no tengo cobertura aquí dentro...
JOE: Está bien, no nos pongamos nerviosos. Luego llamaremos. Sarah, ¿estás segura que la puerta de entrada estaba cerrada? ¡Si la hemos dejado abierta!
SARAH: ¿No me has visto? Parecía cerrada con llave. ¡Esta cosa nos ha encerrado en esta casa! ¡Y Elsa está loca!, antes de entrar en esta casa ella no se comportaba así...
JOE: Sarah, mira esto. Lo hemos grabado arriba, esto me ha empujado... ¿Es eso lo que has visto?
SARAH: Joder, sí... Mírale la expresión... ¿Qué es eso? ¿Y por qué no podéis verlo?
STAN: No lo sé, pero todo esto me está empezando a dar miedo... No como las otras veces que hemos hecho este programa... Nunca he pasado tanto miedo... 
STAN: Shhh... ¡Eh, callad! ¿Lo oís? No hagais ruido... Alguien se acerca...
JOE: ¿Qué has oído?
STAN: Son pasos... Se están acercando aquí...
SARAH: ¿Y qué hacemos? ¡Nos va a encontrar!
JOE: ¡Callad! No os movais. Esperaremos a que se vayan. Y entonces Stan, llama a Emergencias. Sarah y yo buscaremos la forma de salir de esta casa e irnos para siempre, ¿entendido?
SARAH: Alguien está intentando abrir la puerta del armario... Por favor, no os mováis. Esperemos a que se vaya.
JOE: ¡Mierda, mierda! Coged de las puertas para evitar que abra. ¡Vamos, chicos!
STAN: Joe, las va abrir... las va a abrir... ¡No!
NIÑA: ¿Pero qué hacéis ahí, insensatos? ¡Escondeos, rápido! Os puede encontrar en este armario, ¡rápido, venid conmigo!
SARAH: ¡Joe, Joe! ¡Un fantasma! ¡Un fantasma!
JOE: ¿Quién es esta niña? ¡Pero si viste de harapos!
SARAH: ¡¿Tú la ves?!
JOE: ¡Pues claro que la veo! ¡Y me estoy cagando! ¿Quién coño es?
NIÑA: ¡Rápido, tenéis que venir conmigo! Os va a encontrar y no tenéis ni idea de lo que os va a hacer...
JOE: Está bien, está bien... Chicos, vayamos... Espera, ¿qué es este sitio?  
NIÑA: Es la casa del Señor Alto... ¡Os ha encerrado y tenéis que esconderos si queréis sobrevivir a su juego!
STAN: Pero... esta casa parece... diferente... no es la casa en la que hemos entrado. 
JOE: Lo sé... Esto me está dando miedo... ¿Había otra puerta en el armario? ¿Hemos salido a una parte de la casa que desconocíamos...?
SARAH: No, chicos... Es la misma casa. Pero al contactar con el más allá hemos conectado con la parte paranormal de este sitio...
STAN: ¿Qué estás diciendo, Sarah...? ¿Que hemos entrado en una especie de dimensión fantasmal de esta casa...?
SARAH: Sí... Y que ya podemos correr a escondernos con esta niña, porque me temo que aquí sí que podréis ver a la perfección a esa cosa. Ahora de verdad puede hacernos daño si quiere, ¡así que dejad de joder y hacer preguntas y corred, que la niña se está yendo!
JOE: ¡Sarah! ¡Sarah, no corras tanto! ¿Cómo es posible que haya pasado esto? ¡Esto sólo pasa en las películas!
SARAH: Joe, te aseguro que cuando contactas con el más allá cualquier cosa deja de ser imposible. 
NIÑA: ¿¡A qué estáis esperando!? Está a punto de dejar de contar... Daos prisa... Vamos, venid aquí conmigo...
SARAH: ¿Qué es esta puerta? Espera... ¡Pero si esto lleva al desván! ¡Venimos del desván! ¡Ahí está él!
NIÑA: No grites... Vamos al desván porque él ahora bajará a revisar toda la casa sin dejarse un espacio sin vigilar. No subirá al desván y estaremos a salvo si nos escondemos.
JOE: Está bien, vamos... Cuidado con las escaleras, parece que pueden romperse en cualquier momento.
NIÑA: Vale, venid conmigo... ¡Esperad! Escondeos aquí detrás.
SARAH: ¿Qué ocurre?
NIÑA: Mirad ahí... Hace mucho tiempo que están en la misma postura, pero alguna vez me han visto entrar aquí. Me da miedo que se lo digan al Hombre Alto. 
JOE: ¿Quiénes son?
SARAH: Parecen un hombre y una mujer... Están... ¿dando golpes al suelo?
NIÑA: Son mis padres... El Hombre Alto los descubrió y ahora no pueden abandonar el juego. Están atrapados...
STAN: Entonces... tú eres la hermana de Elsa. Ella nos contó la historia. Sus padres estaban en el desván cantando...
NIÑA: "Venid a jugar", sí. Lo oímos unas cuantas noches antes de que Elsa se marchara. Yo me escondí en el desván. Venid, vamos a escondernos aquí. Creo que hay suficiente espacio para los cuatro. 
JOE: Espera, ¿qué tipo de juego es este?
NIÑA: Tienes que estar una noche entera escondido sin que te encuentre y luego salir de la casa. Si en algún momento él te encuentra, has perdido. 
STAN: Pero ya hemos intentado salir y la puerta estaba cerrada... 
NIÑA: Pues no lo sé... Quizá debáis esperar un rato y volver a intentarlo... Si antes estaba cerrada es que el juego aún no había empezado.
JOE: ¿Entonces si bajamos ahora y esa cosa no nos encuentra, podremos abrir la puerta?
NIÑA: En teoría sí, pero yo me preocuparía más por otra cosa...
SARAH: ¿El qué? Lo único que queremos es salir de aquí...
NIÑA: Sí, lo sé... Pero lo más importante es que no os encuentre...
JOE: Sí, eso ya lo has dicho...
NIÑA: No, no lo entendéis... Si hacéis el más mínimo movimiento, el más mínimo ruido y estáis dentro de la casa... os encontrará. No tenéis ni idea de lo que es capaz de haceros si ve que estáis a punto de ganar... 
JOE: ¿Entonces, cómo salimos de aquí?
STAN: Podemos...
JOE: Podemos bajar y escondernos por todas las habitaciones hasta llegar a la puerta de salida. ¿No se trata de escondernos bien y de que esa cosa no nos encuentre?
SARAH: ¿Estás seguro de que eso funcionará?
JOE: ¿Qué opción tenemos? ¿Hay otra forma de salir de aquí? ¿Si nos damos otra vez la mano y nos concentramos podemos salir de esta... especie de realidad?
SARAH: Que yo sepa eso sirve para entrar en contacto con el más allá, no para salir de él. Y si se pudiera, deberíamos ser los mismos que éramos al principio. 
JOE: Entonces... ¿necesitamos a Elsa para probar eso?
SARAH: Sí, si entramos cuatro, debemos salir cuatro. 
JOE: Está bien. Vayamos a buscar a Elsa y probar esto. Si no funciona, jugaremos al maldito juego. Niña, ¿dónde está tu hermana?
NIÑA: Creo que abajo, está escondida.
JOE: Está bien, pues vayamos abajo.
STAN: Chicos, quiero que sepáis que no recuerdo ninguna otra experiencia en una casa encantada donde nos haya pasado algo similar. ¿Y si morimos aquí? Yo no quiero morir, dejaré este programa para siempre y no molestaré al más allá o como se diga, pero no quiero morir...
JOE: No vamos a morir, Stan. Quizá estemos soñando o quizá esto no sea tan grave como nos pintan... ¿Cómo sabe la niña qué salida hay si ella no ha salido precisamente?
STAN: Pero, ¿tú crees que esa cosa existe de verdad? ¿Que nos puede hacer daño?
JOE: Lo cierto es que ahora mismo tengo muchas dudas respecto a todo esto... Pero lo único que sé es que quiero salir de aquí y acabar con esto de una vez. Así que haremos lo que funcione, Stan, tranquilo... Estamos los tres juntos.
SARAH: Vale chicos... Hemos llegado a las escaleras... ¿Esa cosa está abajo, no? Tendremos que ir con mucho cuidado. ¿Cómo hacemos para evitarla y que no nos encuentre cuando intentemos escondernos?
NIÑA: Camina muy despacio. Podréis oír sus pasos acercándose. 
JOE: Y entonces... ¿por qué es tan difícil salir?
NIÑA: Porque controla la salida... Sabrá cuándo os estáis acercando y caminará más deprisa...
JOE: Está bien... Vamos, cogeos de las manos. Bajaremos juntos. Estad atentos a cualquier ruido que oigáis y no digáis ni una palabra. Intentad hablar por señas. Vamos, un escalón...otro escalón... vamos, lo estamos haciendo muy bien... ya casi hemos llegado abajo, ya casi...
SARAH: Joe, ¿has oído ese ruido?
JOE: Sarah, por favor, no me des más miedo del que ya tengo...
SARAH: No seas imbécil y escucha, tú mismo lo has dicho. Vamos a escondernos aquí abajo... esta mesa es suficientemente grande como para que quepamos todos y el mantel que lo cubre nos puede tapar. Vamos, escondeos, chicos... ¿Lo habéis oído? Son pasos. 
JOE: Sí, los oigo... ¿Es esa cosa que se está acercando...?
STAN: Sí... escondeos... Oh, chicos... mirad esto. Asomaos un poco y no hagáis ruido...
JOE: ¡Stan, escóndete!
STAN: Pero, Joe, mira eso... Esa cosa... ¡es un hombre!
JOE: ¿Qué? ¿No debería ser un fantasma o algo incorpóreo?
SARAH: Oh, mierda... mirad... Stan tiene razón... Pensad que no estamos en nuestra realidad... aquí los fantasmas y cualquier entidad se ve como si fueran personas de carne y hueso...
JOE: ¿Por qué camina tan despacio...? Y está arrastrando los pies.
STAN: Oh, señor... Chicos, mirad. Tiene un cuchillo en la mano...
JOE: Y tiene la misma cara de loco... Joder, tengo miedo... A ver, chicos, vamos a pensar en cómo salir de aquí. Estamos en el salón , ¿cómo hacemos para llegar hasta la puerta? Nos queda un buen trecho, si no recuerdo mal y esa cosa me da bastante miedo...
SARAH: Chicos, vamos a separarnos.
JOE: ¿Qué? ¿De qué hablas?
SARAH: Piénsalo, Joe. Si ese hombre encuentra a uno de nosotros, nos encuentra a todos. Si nos separamos podemos despistarle haciendo ruido.
STAN: Yo no quiero estar solo...
SARAH: No, Stan, vayamos de dos en dos. Y nos compenetramos. Vayamos cada uno a una habitación y lo despistamos, ¿vale?
JOE: Sarah... yo no sé si esto va a funcionar. Si estamos todos quizá nos podamos defender mejor.
SARAH: ¿Defender, cómo? Ya le has visto la cara. Es un puto tío enorme con cara de loco y un arma. Y estamos en su realidad y en su casa. ¿Cómo nos defendemos? Tenemos que huir, huir como mejor nos sea posible.
STAN: Joe, yo quiero salir de aquí. Sarah es medium, sabe de lo que habla...
JOE: Joder, Stan, y yo creo que es mala idea, pero vale... ¿Cómo nos separamos y qué hacemos?
SARAH: Tranquilo, Joe, tengo tantas ganas como tú de salir de aquí, pero no te enfades con nosotros... ¿Recordáis la distribución de la planta baja? Hay dos salas para llegar al recibidor y de ahí a la puerta. Yo saldré con Stan e iremos a la siguiente habitación y nos esconderemos... ¡Vamos, Stan!
JOE: Sarah... ¡Sarah! ¡Sarah, no te vayas sin mí! Stan... Joder, y ahora me he quedado solo. Bueno, a excepción de ti... ¿Dónde has dicho que está Elsa?
NIÑA: En la misma habitación a la que van ellos... 
JOE: ¿En serio? ¿Y esa cosa no la ha encontrado aún?
NIÑA: No, Elsa sabe esconderse muy bien.
JOE: Entonces si vamos ahora a esa habitación podemos hacer lo que ha dicho Sarah, conectar de nuevo los cuatro para salir de aquí.
NIÑA: No creo que funcione... 
JOE: ¿Por qué? ¿Y tú cómo lo sabes, si no has salido de aquí nunca?
NIÑA: Elsa no querrá...
JOE: ¿Qué? ¿Elsa no querrá el qué?
NIÑA: Nada... Vamos con ellos.
JOE: ¿Ya? 
NIÑA: Sí, esto está bastante silencioso. Sígueme.
JOE: Está bien. Despacio. Creo que no se oyen pasos... ¿Sabes si se acerca esa cosa? De todas formas estamos llegando... Vale, hemos entrado... ¿Los ves? ¿Sarah? ¿Sta...? ¡Joder! ¡Joder! Escóndete, niña, rápido... 
NIÑA: ¿Qué ocurre?
JOE: Joder... Stan... Niña, escóndete ¡ya!
NIÑA: ¿Pero qué ocurre?
JOE: Mira, esa cosa. Ha cogido a Stan... Se lo ha subido al hombro como un saco y se lo está llevando. Joder, ¿dónde está Sarah? Stan... ¿Por qué no dice nada? Joder, ¿por qué Stan no se mueve? ¿Crees que lo ha...? ¡Sarah, Sarah! Joder, ¿dónde estás?
SARAH: Aquí... Estoy aquí abajo... Venid y callad...
JOE: Joder, Sarah... ¿Qué ha pasado? ¿Por qué esa cosa estaba aquí? ¿Y por qué se ha llevado a Stan? Joder, perdona. Te abrazo, ¿vale? No llores, por favor, no quiero que vuelva...
SARAH: Oh Joe... Hemos venido hasta aquí... Íbamos muy sigilosos... Joder... ¡y esa cosa nos estaba esperando! Yo me he escondido aquí abajo. Me ha visto, pero ha preferido a Stan. No sé qué le ha pasado... pero ha habido un momento que lo he dejado de escuchar. ¡Joder! ¿Crees que está muerto, Joe? ¿Hemos perdido a Stan?
JOE: Sarah... Tenemos que salir de aquí... No pensar en nada más. Espera, ¿dónde está la niña?
SARAH: ¿Qué?
JOE: Joder, la niña. La hermana de Elsa... Estaba aquí conmigo.
SARAH: No lo sé... Pero, por favor, no te vayas. Quédate conmigo, por favor...
JOE: No, no me iré. Pero tengo mucho miedo, Sarah...
SARAH: Yo también... Espera... ¿Lo oyes? Está bajando las escaleras... ¡Joder! Está volviendo a por más... Joder... Ya está aquí... Shhh, baja la voz... No quiero que nos encuentre... Espera... ¡mira!
JOE: ¿Qué?
SARAH: Mira, Joe... ¡Es Elsa! Espera... ¿por qué está hablando con esa cosa...?
JOE: Por favor, no quiero mirar... No quiero ver cómo se la lleva... Sarah, tengo miedo...
SARAH: Joe...
JOE: ¿Qué?
SARAH: No se ha llevado a Elsa...
JOE: ¿Qué?
SARAH: No... Y... está viniendo hacia nosotros... Cógeme la mano, Joe... Pase lo que pase no me sueltes...
JOE: ¿De qué estás hablando, Sarah?  ¿Cómo que viene hacia nosotros...? Espera, espera... ¡No! ¡No! ¡No te la lleves, joder! ¡He dicho que no te la lleves! ¡Sarah! ¡Sarah...! Joder, joder... Por favor, no te la lleves... No..., ¿qué le haces? ¡Gilipollas de mierda! ¿¡Qué coño le has hecho a Sarah!? ¡Sarah, respóndeme! ¡Sarah!
ELSA: No puede oírte, Joe...
JOE: Joder, Elsa... ¿¡Qué demonios ha pasado!? ¡Esto no es un juego! ¿Por qué te ha visto y no te ha llevado con él? ¿Qué está pasando aquí? Esto no es un juego... esto no es lo que nos ha contado tu hermana... 
ELSA: Lo siento, Joe... Lo siento mucho...
JOE: Joder, Elsa... ¿Qué está pasando? ¿Por qué se ha llevado a Stan y a Sarah? ¡Te había encontrado a ti! ¿Por qué no te ha llevado a ti?
ELSA: Yo... se lo prometí...
JOE: ¿Qué? ¿De qué estás hablando? ¡Joder, qué está pasando!
ELSA: Esto no es un juego, Joe... Esto no es un escondite...
JOE: ¡Tú hermana nos dijo eso! Que podíamos salir de aquí... Que sólo teníamos que ir hasta la puerta...
ELSA: Lo siento, Joe... Esto no es un juego... Yo... le prometí que le traería gente... y él no mataría a mi hermana... Así podremos volver a estar juntas...
JOE: ¿Qué? ¡Elsa! ¿Has perdido la cabeza? ¿De qué estás hablando, loca? ¡Eso es un monstruo! ¡Y se ha llevado a mis amigos!
ELSA: Lo siento mucho, Joe... Sí, está aquí...
JOE: ¿Qué? ¿De qué hablas? Espera... ¡Espera! ¡Mierda! ¡Esta cosa ha estado detrás de mí todo este tiempo...! ¡No! ¡No me toques! ¿Qué haces? ¿Qué haces con el cuch...? 
ELSA: Ha dejado de gritar. Sí, no te preocupes... Te seguimos al desván...
NIÑA: ¿Vamos con El Hombre Alto?
ELSA: Sí, hermanita. ¿Quieres salir de aquí conmigo, no?
NIÑA: Sí...
ELSA: Entonces tenemos que seguirle. Vamos.
NIÑA: Yo no sé si funcionará, Elsa... Nunca he salido de aquí.
ELSA: Tú sígueme. Él me lo prometió... Tiene que cumplirlo... Venga, cógeme de la mano y sígueme... Vamos al desván. Sí, vamos sube las escaleras conmigo, hermanita...
NIÑA: Elsa, ¿qué les ha pasado a los tres chicos?
ELSA: Se los va a comer, me temo...
NIÑA: Pero..., ¿por qué...? Ellos sólo querían salir de aquí...
ELSA: Sí, pero así el Hombre Alto puede vivir muchos años más. Y tú y yo huiremos lejos de aquí. Empezaremos de cero...
NIÑA: Sigo pensando que esto no va a salir bien... Oh, Elsa mira... El Hombre Alto... Es otra vez muy grande y negro... ¡Se los está comiendo!
ELSA: Vamos, hermanita. Siéntate conmigo. Ahora volveremos a casa. ¡Eh, tú! Me lo prometiste... Devuélveme a mi hermana...
NIÑA: Odio su voz... Me da miedo...
ELSA: Da igual, hermanita. Cógeme las manos. Concéntrate... Piensa en casa...
NIÑA: No recordaba esta sensación... Tengo muchas cosquillas en el cuerpo... Me siento flotando... Espera... ¡Elsa! Me duele... ¡Me duele! ¡Elsa! ¡Me duele mucho! ¡Haz que pare! ¡Haz que pare, por favor! ¡Elsa...!
...................................................................................................

Tras el suceso, me fui. Cerré la casa. No quise volver a tener relación con nada de lo que ocurrió. 
Apenas recuerdo haberme despertado en el desván, donde esos tres desgraciados y yo conectamos con el más allá. Fue una experiencia horrible. Pero lo más horrible fue descubrir el cadáver de mi pequeña hermana a mi lado... Ella volvió, como me prometió. Pero volvió muerta. Y de los tres chicos que me acompañaron al interior de esa casa... No supe nunca nada más. 
Aunque una cosa sí tengo clara.
Nunca más volveré a hacer un pacto con alguien que no es de este mundo.


FIN

Especiales agradecimientos a los que han participado de Instagram:
- @devorallibres
- @diariodeunabibliofoba
- @gatulio17
- @patricio.f.t
- @khbaker_escritora
- @elescritorinsomne

miércoles, 20 de noviembre de 2019

¡Sorteo por los 500 seguidores en Instagram!



Creo que no sé cómo agradeceros a todos el apoyo que he recibido desde el minuto 1 que entré en esta plataforma. Encontré a una comunidad llena de gente fantástica y con muchas cosas que contar y ya me siento una más.
Así que, ¿qué mejor forma de agradecerlo que con un pack-sorteo?

Podéis clicar abajo para redirigiros a la página para participar😊.




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Hemos llegado a los 500!! Y para celebrarlo os traigo el primer sorteo de los tres que van a venir próximamente! . Qué se sortea? 🌸 Un ejemplar firmado en papel de Sombra de Sangre (de la edición antigua) 🌸 Dos ilustraciones de los personajes principales de la historia, hechos por @patata.lunar 🌸 Una postal de cartulina de la portada antigua de Sombra de Sangre . Cuáles son los requisitos para participar? 🌸 Este primer sorteo es nacional (España, islas incluidas) 🌸 Seguir mi cuenta 🌸 Dar like a la foto 🌸 Etiquetar a tres amigos a los que les pueda interesar (sin límite de comentarios) 🌸 Compartir el sorteo en stories . El sorteo empieza hoy sábado 16 de noviembre y finaliza el sábado 30 de noviembre a las 23:59. El día 1 de diciembre daré a conocer al ganador por stories. . Con estos sorteos también celebro que el libro se está editando bajo el sello de @adarveeditorial ! . MUCHA SUERTE!!!🌸🌸🌸🌸 . SINOPSIS . Jayson es un joven periodista a quien se le ha encomendado la tarea de entrevistar al mayor icono de la música actual. Astrid es una estrella de la música con un pasado borroso y muchas dudas en su presente. Cuando se junten, toda una trama de complicaciones obstaculizará su camino, dejando al descubierto la relación que tiene Astrid con antiguas cantantes desaparecidas que siguen un orden cronológico. Astrid está en peligro. No puede contárselo a nadie, o el lobo irá a por ella. . #sorteo #libros #instaauthor #instaphoto #clarabarceloselles #sombradesangre
Una publicación compartida de Clara Barceló Sellés (@clarabsescritora) el